Ay la navidad, la navidad... día 25... que fecha tan rimable... es casi poético.
La gente no tiene sensibilidad ni cerebro.
Y el gordo de Papá Noel, repartiendo indiscriminadamente regalos a los niños, haciendo quebrar a la pequeña empresa de los Reyes Magos...
Pero qué cojones, si están forrados... qué más dará...
Y recordamos que tenemos familia... que crece cual hongo y de paso te da dinero...
Y la gente sonríe.
Y las luces brillan.
Y todo se vuelve caro.
Maldita ley de la oferta y la demanda.
En realidad me quejo de vicio... Este año lo veo todo extrañamente más bonito que los demás.
Las luces ya no son un gasto energético del copón, ahora iluminan y adornan nuestras calles, es hasta tierno.
Aprovechad para satisfacer vuestras ansias de caprichitos:)
viernes, 25 de diciembre de 2009
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